Lobos negros aullaban en la gélida noche a la blanca luna llena. Todos dormían en una comunidad cercana, perdida, oculta o tal vez ni oculta ni tan perdida. Un resplandor cegador y muy ruidoso destrozó el sueño reparador de cada uno de los habitantes del lugar. Todo quedó destruido en pocos segundos. Todo, hasta la vida, sueños, personas, animales, construcciones, lugar....

   Tan rápido como sucedió, llegaron monstruosas maquinarias pesadas y decenas de trabajadores malditos sonrientes por la destrucción lograda. Nadie reclamó ni protestó por aquel horrible y devastador hecho ni el porqué del asunto. Nadie, porque nadie vivió para hacer reproches a los recién llegados y ajenos del lugar.

   Los lobos negros se apartaron del alto lugar de donde fueron testigos de la masacre. Corrieron tristes muy lejos de allí y sus aullidos enmudecieron por completo en señal de duelo. Nubes negras empezaron a envolver a la blanca luna y todo oscureció.

   Las máquinas se afanaron en derribar lo poco que había quedado en pie. Todo ruinas de destrucción. El material desechable fue apartado del lugar y arrojado entre pinos, barranco abajo sin importar nada más que proseguir lo más rápido posible su estúpido tesoro enterrado.

   Cuando el lugar estuvo libre de escombros, se comenzó ahondar metro a metro tanto a lo ancho como a profundidad. Las órdenes eran claras:

   - Conseguir en el mínimo tiempo posible y lejos de la vista ajena, todos los minerales que allí se encuentra al costo que sea. Antetodo " Sin Testigos"

   Y así fue. Un costo altísimo de vidas, naturales y humanas, sin testigos y tiempo no se estaba perdiendo. Antes de veinticuatro horas, las primeras vetas de los minerales buscados, hicieron aparición. Se tomaron las primeras pruebas, se analizaron y cuando el resultado fue positivo, se celebró con bebida, abrazos, enhorabuenas entre todos los malditos y se llamó a los jefes para compartir las buenas nuevas.

   Algunos estúpidos ya tejían en su cabeza en qué iban a gastar la fortuna que iban a recibir. Trabajaban en dos turnos de trabajo todo el día. Cuanto más apremio en la extracción, antes cobrarían. Y el cobro comenzó a llegar, pero de forma distinta a la que todos esperaban.

   Al anochecer, ya había un camión camino al punto de encuentro para entregar la primera carga tan deseada por los miserables jefes asesinos. En el mismo instante en el que el camión arrancó, la conciencia de Las Almas comenzaron a palpitar. Desde su estado, como tocados por la magia mineral ancestral custodiada desde el nacimiento de la población, su dolor se volvió ira y la ira en VENGANZA.

   Un torbellino de Almas se comenzaron a unir. Su dolor les hizo transformarse en La Bestia más hermosa y letal jamás hallada. Ellos eran los custodios del lugar y de todo lo que allí había. Generación tras generación así fue. Vivían en paz, unidos, alejados de todo y de todos, pero el mal y las tecnologías, muy ajenas a sus conocimientos y su día a día, los había señalado en un maldito mapa y firmado su sentencia de muerte.

   La Bestia Natural, una mil formas, elegía su mejor estado para lograr Su Venganza:

   *Una hermosa joven, desnuda en el río, despertó el apetito de quienes estaban cerca del río. Uno a uno, caminaba hipnotizados hacia ella a paso despacio. Con mentes sucias y calenturientas deseando tocarla sin darse cuenta que sus compañeros actuaban de igual forma. Sólo la veían a ella. Era tan bella, tan sensual, tan deseable, tan.... Al tocar su piel y acercar sus labios hacia ella, ella los iba quemando a decenas de grados y de su boca salía una nube de azufre que los asfixiaba. En pocos minutos, esa cuadrilla quedó hecha ceniza y las aguas del río, silenciosa y cómplice, los arrastraba corriente abajo. 

   *Una débil niña lloraba en la oscuridad del bosque. Un grupo de trabajadores que estaban en una gran tienda analizando las muestras, la escucharon. Su pensamiento no era en ayudarla. Pensaron que sería una superviviente, una testigo y si los jefes se enteraban, cobrarían mucho menos o nada de lo prometido. 

   Primero salieron unos cinco trabajadores, la escuchaban pero en la oscuridad no podían verla y mucho menos encontrarla. Así que todos decidieron en tomar linternas potentes y salir a buscarla, cuantos más mejor, pues terminarían antes el trabajo sucio y volverían a lo que de verdad les importaba.

   Empezaron a avanzar. La llamaban para que saliera si es que estaba escondida. Le decían bonitas palabras para engañarla. Cada vez se separaban más los unos de los otros. Ciegos por el afán de encontrarla no se dieron cuenta de nada. Sentada en una gran roca elevada y rodeada de aguas negras lloraba para atraerlos con sus ojos rojos ocultos entre sus pequeñas manos y sus rodillas flexionadas.

   -¡Tengo frío y mucho miedo! ¡ Ayúdame por favor!   -Decía la pequeña interpretando el mejor de los papeles como una actriz.

   Ellos con sus sucias ideas macabras llegaban de uno en uno. Se acercaban se metían en las negras aguas, desenfundaban su arma de fuego, otros sacaban un machete o lo que llevaban encima para acabar con ella, otros pensaban nada más en estrangularla con sus manos y hacerla sufrir por el tiempo que les había hecho perder en la noche.

   La pequeña también era tan hermosa, tan pequeña, tan indefensa, tan.... Uno a uno se metían en esas aguas para no salir. Se hundían más y más, hasta desaparecer. Así hasta el últimos de los malditos.

   *Un anciano caminaba lentamente ayudado por su bastón por un sendero del oscuro bosque. Personal de las máquinas lo vieron pasar, caminando pausado sin levantar la cabeza del sendero. 

   Mismas ideas. Uno a uno descendían de sus máquinas y seguían al anciano, llamándolo para que se detuviese y darle un tiro de gracias. Porque era tan anciano, tan débil, tan enfermo, tan.... Uno a uno se acercaban a él, tocaban su hombro para verle su cara y dispararle a quema ropa y al volverse, la mano del anciano estaba atravesando sus cuerpos, paralizando el tiempo y apretando su negro corazón volviéndolos a todos ceniza. Desde su corazón comenzaban unas devoradoras llamas que los calcinaba por completo y el viento comenzó a soplar. Las cenizas se esparcían libremente por el lugar atravesando las trayectorias de los pocos trabajadores que quedaban ajenos que sus compañeros habían desaparecido, rápido y sigilosamente delante de sus narices.

   La hermosa joven, ahora vestida con musgo, hojas y finas hierbas, se acercó al último grupo de asesinos que quedaba en el lugar. Quedó en el centro de todos ellos. Dio vueltas para mirar con sus ojos esmeralda los ojos de cada uno de ellos para poder maldecirlos. 

   - ¿Queréis los minerales que de aquí nacen, adjudicados a consta de la sangre y vida de quienes aquí existían?   - Les preguntó enfadada y muy directa.

   Algunos quedaron atónitos por su presencia hermosa, fría y directa. Otros comenzaron a reír de forma burlona y asintieron tanto con la cabeza como con su mugrienta voz. Es la señal que esperaba el monstruo hermoso y vengativo. Entonces comenzó a girar y girar. Cada vez a más velocidad. Su cuerpo y rostro alternaba con la imagen del anciano, la joven y la niña. Pronunció unas sigilosas palabras y la tierra comenzó a agrietarse desde la mina excavada hasta el lugar de los nuevos residentes. Comenzaron a caer. Luchaban por sujetarse a lo que podían, imploraban clemencia, pero su juicio había concluido.

   - Queréis las riquezas aquí ocultas, pues id junto a ellas. Eternamente estaréis junto a vuestro tesoro tan apreciado y cobrado a un precio insuperable.    - Cuando el último maldito hubo caído a las entrañas de la tierra, las grietas comenzaron a cerrarse a la misma velocidad con la que se abrieron. 

   La muchacha, comenzó a quedar dormida. Su cuerpo se convirtió en un robusto y alto árbol de carácter centenario y la naturaleza comenzó a poblar lo que antaño fue el poblado devastado. El Alma de los niños se convirtieron en búhos centinelas del lugar por la eternidad.

   Lejos del lugar el camión se acercaba al lugar de encuentro. Atravesó las verjas y entró a una gran nave. Allí lo esperaban los ricos empresarios mineros. Brindaban muy contentos con vinos espumosos. Ansiosos se acercaron al camión y mandaron a otros trabajadores que estaban junto a ellos, que les dieron minerales a cada uno de ellos para testar físicamente su nueva adquisición. Sus mentes hacían cálculos de las riquezas futuras y ya planeaban cual sería su siguiente lugar a explotar.

   Justo cuando acercaron sus copas para el brindis, con mineral sólido en sus manos, "La Venganza" llegó al lugar. Los minerales comenzaron a zumbar de forma mágica. Se unieron más y un ¡¡PUFF!! nació y con ello todo acabó. El poder de una pequeña bomba atómica surgió, reventó todo a su paso. No quedó nada ni nadie. Minerales, camión, asesinos avariciosos y sanguinarios, lugar..... No quedó nada. Tan sólo un lugar destruido, barrido por el fuerte viento que comenzó y lavado por una gran tormenta que llegó tras él.

   Nadie supo jamás que había allí ni lo que sucedió. No había planos, rastro de investigación mineral ni más planes para destruir ningún lugar más, no al menos con esos malnacidos empresarios mineros ni de la mano de sus trabajadores. 

   ¡¡UN MISTERIO DESATADO POR LA VENGANZA NATURAL O DE NATURA!!

¡¡¡PORQUE ERAN TAN DÉBILES, TAN, TAN... TAN VENGATIVOS!!!

¿CUÁL SERÁ LA PRÓXIMA CATÁSTROFE NATURAL 

Y SU VENGANZA?

EME82