Tormenta
me hace llorar tanto a mi corazón como a mí.
Me faltan la fuerzas para combatir.
De todo esto me gustaría huir.
En la Oscuridad del Bosque me dejo yo ir,
pues allí, Oscura y Sola, sin nadie a quién oír,
el dolor me enseña en camino por dónde he de seguir.
El color de las rojas rosas me hacen sentir,
el latir de tu corazón lejos de mi.
Fuerte y Galopante lo hace la sangre, cuando por él fluir.
Y así ha de él seguir aunque mis labios nunca más puedas sentir.
Es el destino el que me tortura en mi existir,
alejándonos cada día más, por cada amanecer surgir.
Siendo la muerte quien pondrá a esta agonía su fin,
dándome la esperanza que allí eternamente podamos juntos vivir “ .
EME82
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